1. Formaliza el acuerdo por escrito
Aunque se trate de un familiar, es fundamental redactar un contrato que especifique todos los términos del préstamo. Esto evitará malentendidos futuros y protegerá a ambas partes.
2. Establece condiciones claras
Define claramente el monto del préstamo, el plazo de devolución, y si habrá o no intereses. Si decides aplicar intereses, asegúrate de que sean razonables.
3. Considera las implicaciones fiscales
Recuerda que debes declarar el préstamo a Hacienda mediante el modelo 600. Aunque está exento de tributación, es un paso necesario para evitar que se considere una donación encubierta.
4. Planifica la devolución
Establece un plan de pagos realista que puedas cumplir sin poner en riesgo tu estabilidad financiera o la relación familiar.
5. Mantén la comunicación abierta
Si surgen dificultades para cumplir con los pagos, comunícalo inmediatamente. La transparencia es clave para mantener la confianza.
6. Considera la opción notarial
Aunque no es obligatorio, formalizar el préstamo ante notario puede ofrecer mayor seguridad jurídica a ambas partes.
Recuerda, un préstamo familiar para comprar vivienda puede ser una gran oportunidad, pero debe manejarse con la misma seriedad que un préstamo bancario. Con la planificación adecuada, puede ser una situación beneficiosa para todos los involucrados.